lunes, 9 de agosto de 2010

Respuesta a todo anti-laicista y anti-aborto


Con el debido respeto, estoy totalmente en desacuerdo con ustedes. Ustedes conocen la historia de España tan bien y, quizás, incluso mejor que yo. Nuestro país siempre ha tenido que convivir con la fe, con los valores "cristianos" y con la santa cruz. Fíjesen que, en mi caso, he sido educado en una Ikastola en el País Vasco, y nunca he presenciado una sola clase de religión. No tengo santa idea de cómo se santigua uno, ni conozco una pizca de lo que cuenta la biblia. He recibido una educación integralmente atea, laicista. Y, sinceramente, no tengo nada que envidiar a mis antiguos compañeros de instituto, que muchos, fueron a un colegio religioso y estuvieron hasta el cogote de la santa cruz. Compartimos valores éticos que los pro-religiosos acuñan como "valores cristianos". Todo esto es muy filosófico, pero con ello quiero decir que el laicismo no es, bajo ningún concepto, la caja de Pandora. No es el hecho de creer en un dios el que da una solución a los problemas del mundo, a los problemas de los jóvenes, de los adolescentes. De hecho, esos valores que la religión supuestamente enseña a los niños los tengo yo también, como otros miles de ciudadanos provenientes de una educación laica. Ser laico es creer en el ser humano, en las personas y los valores que puedan ser útiles para una mejor convivencia, mayor respeto y libertad sin tener que idolatrar a un dios ficticio. Cada cual es libre de hacer lo que quiera, no pretendo acusar a nadie. Pero lo que me parece una aberración es hacer creer a los niños que una entidad del ultramundo les vigila y que si se comportan de tal o tal manera pecarán porque dicha entidad así lo ha decidido. Es más práctico decir a los niños que convivimos en un mundo en el que todos somos diferentes pero con los mismos derechos, y que si nos comportamos de tal o tal manera está mal por tal y tal razón.


También me parece que sí, el aborto es un derecho en toda regla de la mujer. Porque el niño no es niño hasta cierto mes, y si realmente los cristiano-católicos pensaran en la vida del niño, se dirían que si el niño no ha sido traido al mundo con amor, la madre sufriría por él y por ella. ¿Qué le contaría a su hijo una vez nacido y crecido? ¿Que no le quiso y que nació porque la ley así se lo obligó? Más vale abortar y tener otro hijo en otra ocasión que tenerlo y sufrir. Hay que pensar en el hijo, no en los valores pseudocristianos. Por ello, la madre es la que decide por su bien y el del futuro hijo, y no un montón de catolicistas empedernidos que apoyan "la vida", una vida que sólo ellos son capaces de entender. Porque el niño que está en el útero de la madre no siente como ustedes sienten, porque el niño no tiene una concepción del mundo, ni de la vida, ni del ser. Lo mismo ocurre con los homosexuales y con el matrimonio homosexual, otro derecho irrefutable que el Gobierno ha dado a la sociedad. Aquí vivimos todos y no podemos excluir a nadie por ser como se es, nos guste o no, lo "diga" Dios o no.


Para finalizar, me parece que ya basta de volver a tiempos pasados en los que España estaba en la cola de Europa y del mundo, en el que era el azmerreir del continente. La cultura secular está bien en el Rocío, pero no hace falta volver ese pasado de retraso social. Muchos, ante todo muchos de los jóvenes, no queremos una España anclada en las tradiciones y en la moral católica. No queremos creencias impuestas, ni religiones obligatorias en las escuelas ni otros centros públicos de enseñanza. Queremos una España laica en la que el ser humano, las personas y los valores para la libertad y la convivencia primen en la sociedad sin excluir ni humillar a nadie.

Vuelvo a repetir que no pretendo dañar a nadie, simplemente quería que tuviesen una opinión de un ateo convencido como soy yo.

Un saludo amistoso,
Adrián

No hay comentarios:

Publicar un comentario