sábado, 30 de enero de 2010

...en cuanto a la Iglesia...[Enfadado con la Iglesia]


Durante la Segunda República vivió un personaje que pronunció unas palabras que me parecen muy correctas y de una exactitud alucinante. Las cosas claras, dichas formalmente y a su vez, de manera breve y concisa. Sin ir más lejos, he aquí un fragmento de uno de los discursos más famosos de Manuel Azaña:

"España ha dejado de ser católica... Yo no puedo admitir que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal"

Ahora es el momento de aplicar esas mismas palabras. Es cierto que la religión es algo privado, puesto que se trata de un campo espiritual. La separación político-religiosa es fundamental para que la primera no se vea controlada o perturbada por la Iglesia. Es impensable la idea de que la Iglesia pueda participar en la vida política.

Perdonadme por ser tan directo, lectores, camaradas, pero a mí la palabra "Iglesia" me resulta nauseabunda. Como estudiante de la escuela pública y laica desde siempre, como persona atea, me parece normal. Ha llegado un punto en el que la Iglesia me ha enfadado, y mucho. Creo que en la sociedad de hoy los culpables no son los creyentes (cada cual hace lo que le convenga) sino la propia jerarquía ecleasiástica. El hecho de que haya un estado únicamente basado en la religión, el Vaticano, es INACEPTABLE en nuestro mundo. Esto pasa cuando lo espiritual se materializa. Qué decir del Papa, a quien defino sinceramente como
" Sumo artífice de la secta del catolicismo, vicario de Cristo cuando sueña, representante de la opulencia y el descaro más abominable con el gobierno universal de la Iglesia católica, de la cual es cabeza visible, dueño del Papamovil, y amo espiritual de todos los pobres e influenciados fieles"

No creo que necesitemos un Estado Católico en esta tierra. Pero, desgraciadamente, el dinero lo mueve todo. Y es que el Vaticano mueve cantidades tan ingentes de dinero siendo un territorio tan minúsculo, que a qualquiera le impresionaría. El Vaticano, el Papa, la santísima Iglesia,etc. Estos deberían ser agua pasada dentro de unos cuantos años. Los máximos enemigos de la sociedad, los dirigentes del delirio de la religión, los cuales reciben cantidades de dinero que no merecen por nada en este mundo. ¿Cómo que luchan por la pobreza? Parece ser de gran utilidad para algunos que el santísimo Papa sacuda un trozo de metal con agua bendita en el aire. Esas gotas de agua caerán al suelo, y el sonido de sus palabras y rezos desaparecerán en el aire. Y cuando haya acabado de santiguarse y de echar agua bendita por todas partes, miles de niños habrán muerto por enfermedades y hambre en este mundo. Me parece muy bien que construyan escuelas en África, mientras sean laicas. Esos pobres niños, esa pobre gente, lo primero que busca son alimentos y, a ser posible, una educación. En nombre de la humanidad, no se les invada con la religión, que bastante tienen con lo suyo. QUÉ FACIL ES APROVECHARSE DE LA GENTE INCULTA, POBRE Y SIN EDUCACIÓN. QUÉ FACIL ES MANIPULAR A LA GENTE QUE NO ENTIENDE LA SITUACIÓN.

Ahora que avanzamos hacia una sociedad más tolerante, no metamos a la retrógrada Iglesia por medio. Por ello, lo conveniente es que no reciban un solo céntimo público. Que no tengan voz ni voto en cuestiones políticas, por la simple razón de influenciar malamente al conjunto de la sociedad. En serio, ¿por qué se merecerían los obispos su salario? Para criticar en la COPE, para turbiar las polémicas, para eso sí que dan acto de presencia. Pues NO, NO y NO. Los 44 millones de habitantes de España, todos y cada uno de ellos, sean creyentes o no, tienen el derecho de no sentirse ofendidos por los símbolos religiosos. ¡Quítense pues los crucifijos en todas las calles, escuelas públicas y demás lugares públicos! En efecto, muchos españoles nos sentimos OFENDIDOS. ¡NO al poder de la Iglesia en la enseñanza!

Quien quiera creer en Dios es libre de hacerlo, quien quiera rezar es libre también. Cada uno es totalmente libre de pensar lo que quiera. Pero la religión debe ser algo que no exceda los límites de la conciencia personal. Nada de montarse un negocio con la religión como pretexto tocando el dinero público. Nada de que las ciudades estén plagadas de Iglesias, de mantener y promover un minúsculo e insignificante estado católico que nada aporta al mundo más que la imagen más despreciable de la opulencia clerical.

NO A LA IGLESIA
NO AL PAPA
NO A LOS CRUCIFIJOS
NO A SU PODER
NO A SU VOZ
NO A SU VOTO
NO A SU INFLUENCIA


¡¡¡REACCIONEMOS!!!

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